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Arquitectos: Walllasia
- Área: 586 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Spaceshift Studio
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Proveedores: Sherwin-Williams, LEE NGIAB SENG Co., Ltd., Siam Yamato, TOA
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Hotel Oui J’aime es un edificio singular que nació de las limitaciones impuestas por las condiciones físicas del terreno. Construido para la misma familia que dirige la pastelería más famosa de la ciudad, el Hotel Oui J'aime fue diseñado para recibir a los visitantes que viajan a Chachoengsao solo para degustar kanom pia, un manjar chino relleno con pasta de frijol mungo o frijoles chinos.
Construido en una estructura metálica, el volumen rectangular largo y estrecho del edificio del hotel es audaz e icónico, una apariencia moderna suavizada por el revestimiento de la fachada en láminas de acero perforadas. El efecto global de su arquitectura resulta como si este edificio fuera un objeto de arte expuesto en un museo al aire libre.
La fachada metálica, a veces opaca y otras translúcida, actúa como un filtro que protege a los huéspedes, manteniendo su privacidad ya que permite mejores condiciones de iluminación y ventilación natural de los espacios interiores del hotel. Además, como estos elementos reflejan la luz solar, la presencia del edificio contribuye a una mejor iluminación indirecta de su entorno inmediato.
Cargada de elementos de doble propósito, la arquitectura desarrollada por el estudio Walllasia es elegante y funcional. Junto a la fachada principal, este enfoque se repite con la instalación de un espejo de agua frente a las habitaciones. En el espacio interior, esta capa de agua refleja la luz natural filtrada por las copas de los palos de rosa siamés, creando un ambiente tranquilo y relajante. De manera pragmática, este elemento fue diseñado para operar como depósito de agua de lluvia y para almacenar agua del sistema de aire acondicionado del edificio, además de brindar un alero protector al espacio en la planta baja, aumentando la privacidad interior del hotel.
Debido a las limitadas dimensiones del terreno, el volumen del edificio se resolvió en una planta rectangular alargada y estrecha. Aún así, los arquitectos pudieron resolver magistralmente el programa del hotel. Es como si los grandes árboles de la acera estuvieran dentro del lobby del hotel, un filtro natural que transforma los espacios interiores, como si se expandieran hacia el exterior, aumentando la sensación de amplitud en todos los espacios. Al concentrar la estructura del hotel en una franja, los arquitectos pudieron preservar los árboles existentes en el terreno, además de incorporarlos al proyecto, haciendo que la atmósfera de los espacios interiores se transforme con los cambios en las estaciones.